Desde el Colegio de Ingenieros celebraron la reapertura de FANAZUL
La reapertura de la planta de Fabricaciones Militares de Azul que el gobierno de Mauricio Macri cerró en 2018, ya es un hecho, y mientras se definen los proyectos para poner nuevamente en marcha la producción, se designó al Ing Químico Oscar Espinoza, como director de FanAzul, decisión que fue celebrada por el Colegio de Ingenieros de la provincia, atento que el flamante funcionario es matriculado de esa entidad.
"Nadie duda de la capacidad profesional de los ingenieros argentinos en general y bonaerense en particular, pero que un matriculado de nuestro Colegio sea el encargado de la reactivación de una planta que además de generar centenares de puestos de trabajo es un emblema de la producción nacional, no deja de ser un verdadero orgullo para todos nosotros", remarcó el presidente del Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires (CIPBA), Norberto Beliera.
El nuevo presidente de Fabricaciones Militares, Ivan Durigon, explicó que "la fábrica tiene hoy sólo 16 trabajadores que se encargan del agua y la electricidad por el resguardo de la seguridad. Nosotros tenemos dos proyectos que evaluamos para volver a poner la planta a producir. En ambos casos la planta se va a abrir y vamos a trabajar para que los despedidos sean reincorporados".
Con la designación de Espinoza como director, se busca avanzar con la puesta a punto de las instalaciones, mientras se evalúan distintas posibilidades para la puesta en marcha de la producción, que además podría contar con por lo menos algunos de los 220 trabajadores despedidos durante la gestión de Cambiemos, muchos de los cuales no lograron reinsertarse en el mercado laboral local y manifestaron su intención de reincorporarse a FanAzul si son convocados.
FanAzul cerró sus puertas en 2018 como parte de las políticas de achicamiento del Estado que aplicó el gobierno de Mauricio Macri, provocando una profundización de la crisis laboral en el municipio de Azul al dejar en la calle a 220 trabajadores que además tenían un salario alto, con un fuerte impacto positivo en la economía local, por lo que la reapertura de la planta viene generando fuerte expectativa no solo entre los ex trabajadores, sino en toda la economía azuleña.
