En Bahía Blanca reconocen que están "colapsados" por la cantidad de fiestas clandestinas

El Subsecretario de fiscalización del municipio de Bahía Blanca, José Luis Montanaro, reconoció que este fin de semana recibieron más de 60 denuncias sobre fiestas clandestinas, por lo que "prácticamente colapso" la capacidad de control de la comuna.

"Fue un fin de semana más movido que de costumbre, hasta hoy tuvimos 60 llamadas por fiestas privadas", dijo el funcionario en declaraciones radiales y aclaró que la mayoría eran reuniones familiares masivas, que "obviamente también están prohibidas pero no tenemos competencia material en eso" por lo que en esos casos se trabajo con la policía para avanzar con el desalojo.

Montanaro informó que "tuvimos cinco fiestas clandestinas constatadas; la última fue en el día de hoy (martes) en Roberto Clegg y Matheu, donde había entre 100 y 120 personas, como en el resto de las fiestas", pero con las 60 denuncias "estamos prácticamente colapsados".

En la mayoría de los locales y domicilios particulares en los que se pudo constatar encuentros de mas de 10 personas, se registró además música a volumen alto, consumo de bebidas alcohólicas y el sistemático incumplimiento de los protocolos de seguridad sanitaria como el distanciamiento y el uso de barbijo.

"Sabemos que las multas rondan los 600/700 mil pesos, pero para llegar a esa instancia hay un debido proceso que hay que cumplir que no sé cómo se sustanciará en el Tribunal de Faltas. Pero las multas son onerosas como para que la gente siga tratando de generarlas", detalló Montanaro sobre las consecuencias que podrían caberle a los organizadores de estos encuentros.

En Bahía Blanca, como en otros distritos de la provincia, el número de fiestas clandestinas vino en crecimiento desde finales del año pasado cuando comenzaron a registrarse eventos en galpones alejados, boliches que funcionaban a puertas cerrada y en casas particulares con espacio para alojar a una multitud, sin embargo en el municipio que gobierna Héctor Gay preocupa que el volumen de encuentros supere la capacidad de fiscalización.