Tras la cumbre en la Rosada se esperan definiciones del Presidente
Antes de avanzar con cambios en el gabinete, el presidente Alberto Fernández espera sumar apoyos y recuperar equilibrio con CFK
El presidente Alberto Fernández logró salir airoso de la jornada de tensiones que se desató este miércoles con la renuncia masiva de los ministros que responden a Cristina Kirchner, en una jugada que fue interpretada como un "apriete" para que se avance con los cambios de los los "funcionarios que no funcionan", tal como lo reclamó la vicepresidenta en diciembre pasado.
El mandatario recibió públicamente el apoyo de intendentes, gobernadores y empresarios, y consiguió el compromiso de otros tantos de hacer lo propio en las próximas horas, lo que por el momento le permitiría mantener el equilibrio interno en la relación de fuerzas, e incluso podría haber evitado la salida de Martín Guzman.
Es que el titular de la cartera de Economía nunca pasó totalmente el filtro K, aunque en horas de la tarde de ayer trascendió que la propia CFK se comunicó con el telefónicamente para aclararle que nunca había pedido su renuncia. Ese fue el primero, pero también el único gesto de la expresidenta para evitar que la crisis escale a un nivel mayor.
El paralelo Sergio Massa reunió a su tropa para decidir de que manera continuar dentro del gobierno, con la dificultad de una elección por delante en la que las listas ya están definidas tras las PASO, es decir con la imposibilidad cierta de cualquier tipo de quiebre sin perder una cuota de poder.
El objetivo del titular de la cámara baja entonces, es convertirse en una suerte de garante de la unidad, aprovechando su histórica buena relación con Alberto Fernández y su nueva, y estrecha, alianza legislativa con Máximo Kirchner. Massa, al igual que el kirchnerismo, ansía desplazar al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que por ahora resiste sin problemas.
Lo cierto es que el Presidente todavía no tomó una definición sobre las renuncias de parte de su gabinete, pero en la mesa chica de la Rosada no descartan la posibilidad de una salida masiva de funcionarios kirchneristas para buscar equilibrio con otros sectores, como los gobernadores y la CGT, que hoy ni tienen demasiado lugar en la toma de decisiones del gobierno nacional
