Pese a la negativa popular, el Gobierno autorizó la explotación petrolera frente a las costas bonaerenses

A través del decreto decreto 900/2021, el gobierno Nacional autorizó la exploración sísmica, y la explotación del petróleo en la plataforma continental argentina. La empresa Equinor, de capitales noruegos, fue la empresa asignada para dicha tarea, que deberá “dar estricto cumplimiento a los términos del Plan de Gestión Ambiental”, según la norma que lleva la firma del presidente, Alberto Fernández, de su jefe de Gabinete, Juan Manzur, y de los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Ambiente, Juan Cabandié.

Allí se establece un plan de regalías con el que deberá cumplir la empresa, en el cual abonarán 6% durante los primeros diez años de la concesión de explotación, 9% durante los siguientes diez y 12% durante los últimos diez. El proyecto en cuestión tiene el nombre de “Campaña de Adquisición Sísmica Offshore Argentina; Cuenca Argentina Norte”.

En ese sentido, el decreto estipula que “el control y fiscalización del cumplimiento de la presente Declaración de Impacto Ambiental y su correspondiente Plan de Gestión Ambiental será realizado por la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía”, pasando por alto las actividades que realiza un ministerio de Ambiente, que hasta ahora, parece estar pintado.

No conforme con esto, el decreto va en contra de lo que expresó la voluntad popular marplatense y de otras localidades bonaerenses. Cabe destacar que en julio pasado, la Secretaría de cambio climático perteneciente a la Cartera que dirige Juan Cabandié, realizó tres audiencias públicas sobre la prospección y posible actividad offshore en Mar del Plata.

Para sorpresa de muchos, todos los sectores productivos de la feliz se expresaron rotundamente en contra, desde los vecinos, hasta las cámaras empresariales pesqueras y las cámaras de turismo. Hay que tener en cuenta que la exploración sísmica de la plataforma continental conlleva grandes prejuicios para el ecosistema y la fauna marina, alterando no solamente el ambiente, sino que además, iría en detrimento de los recursos económicos que explota nuestro país, como por ejemplo, la pesca.

Diferentes organizaciones ambientales, políticas y sociales pusieron el grito en el cielo por lo que fue una decisión tomada de manera drástica y en el último día de actividad del año. Es por eso que se proponen distintas marchas en Mar del Plata y en otros puntos del país para expresarse en contra a esta medida.