Escuchas ilegales a presos políticos durante la gestión de Macri: Encontraron 105.000 audios

Se consiguieron 105 mil archivos de escuchas ilegales en las cárceles de Ezeiza durante la gestión de Macri. Se utilizaban para vulnerar las defensas de los presos políticos del momento.

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Se llamó a investigar, nuevamente, a la gestión de Mauricio Macri por escuchas ilegales dentro de las cárceles de Ezeiza a los presos políticos del momento, entre los que estaban Lázaro Baéz, Cristian Medina (hijo de Juan Pablo “Pata" Medina, que también estaba tras las rejas), Cristobal López, etcétera.

Fue en ese contexto donde los oficiales de la institución carcelaria implantaron un cableado que tenía intenciones de espiar, ilegalmente, a los políticos que eran encausados. Esta situación fue permitida y cubierta a servicios de la AFI.

Actualmente y en medio de la investigación, sólo de las escuchas de los teléfonos públicos, la AFI recogió 105.000 audios de sonido. La interventora, Cristina Caamaño, irá personalmente a Comodoro Py a ver al juez Marcelo Martínez de Giorgi para pedirle que se profundice la investigación.

Se informa que los técnicos encargados no figuraban como personal de la AFI, sino que estaban “en comisión” en la central de espías. Todo indica que los sueldos se pagaron con fondos reservados, y no se dejó registro de nada.

La tarea consistió en poner cámaras y micrófonos en las celdas, en los lugares de reunión y hasta en los salones en que los detenidos se reunían con sus abogados y familias, para privilegiarse de la información que recolectaran.

En declaraciones a medios, el periodista y ex candidato a senador nacional por el Partido Justicialista Federal en la localidad santafesina de Casilda, Juan Granelli, brindó su testimonio como parte de las victimas de los encarcelados políticos sin causa que la gestión anterior llevó a cabo, donde presenció situaciones extrañas que hoy se relacionan directamente con el cableado para escuchas ilegales dentro de las celdas.

[caption id="attachment_69600" align="aligncenter" width="411"] Juan Granelli junto a Adolfo Rodríguez Saá[/caption]

En ese marco, Granelli detalló: “Todo surge en la compra de un vehículo Audi A4, donde me involucran por 3 llamados telefónicos, desde un numero “x” que no estaban ni siquiera a nombre mío. Les resultaban extraño que alguien hable de un auto y le pidan pantalones cortos (ropa) a Mario Sebastián Visconti, un viejo conocido”.

Sin embargo, aseguró: “Hablan de 600 kilos de marihuana, que en el allanamiento en mi casa fue cero. Se llevaron teléfonos, notebooks y 3 armas que estaban a nombre de mi papá que estaba fallecido, yo soy legitimo usuario. No existe un delito como quisieron exponer”.

[caption id="attachment_69604" align="aligncenter" width="507"] Imagen de la banda narco con la que asociaron a Granelli cuando fueron detenidos[/caption]

Luego de presentar su nombre digna y limpiamente, el ex candidato contó su experiencia dentro las cárceles de Ezeiza: "Me tuvieron diciembre, enero, febrero y hasta principios de marzo. Me mandan al modulo 1, con buenos beneficios para un preso. Me ponen con Mario Segovia, que nunca lo había conocido en mi vida. Es una persona que tiene un cerebro muy desarrollado a lo que es la media dentro de la cárcel".

“Dentro del módulo 1, pabellón HI, cae un allanamiento que nosotros no teníamos ni idea que pasaba, y veíamos que entraba gente de traje. Se fueron y a los dos minutos nos ponemos a ordenar, entonces me dicen que me vaya de ahí. No me dijeron donde me llevaban, pensaba que me iban a hacer desaparecer", relató duramente el entrevistado.

Y continuó: "Volví al módulo 6, donde yo pedí volver porque me sentía más cómodo. Buscaban una Tablet que tenía Segovia. Le piden autorización de escucha al juez, Federico Villena. Después conectan con el pabellón D, donde estaba yo, donde no se encuentra ninguna prueba en la causa, y donde hable de la relación de Segovia con alguna otra persona”.

En ese sentido, Granelli describió su acercamiento dentro de la penitenciaria hacia Medina y Báez, donde todos fueron testigos de lo ocurrido posteriormente: "En el 2018 empezaron a caer todos los empresarios, donde sacaban 6 o 7 personas de una. Ahi traen a Roberto Baratta, Rafael Lorens, menos a Julio de Vido que lo llevaron a Marcos Paz. Tambien a Amado Boudou, y a Segovia", expresó.

Es entonces donde queda un cavo suelto, que encaja perfectamente con las escuchas ilegales descubiertas: “Armaban pabellones y notábamos que cada tanto nos sacaban al parque a las 9 de la mañana y nos mantenían hasta las 4, 5 de la tarde afuera. Ahí se dedicaban a hacer la parte técnica de las conexiones. Las escuchas telefónicas estuvieron hasta marzo del 2019”, informó Granelli.

Los encargados de llevar adelante la tarea se excusaron con las intervenciones a Segovia y Medina como justificación al cableado, sin embargo, la cantidad de archivos obtenidos demuestra que la red de espionaje se expandía mucho mas allá de las personas mencionadas.

Sorprende que la mayoría de los registros los hizo la Dajudeco (Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado), de la cual se encarga la Corte Suprema de Justicia. La metodología general era que la AFI retiraba CDs una o dos veces por semana, pero en el caso del penal de Ezeiza, la AFI escuchaban online lo que decían los detenidos en las cárceles. La Dajudeco, por supuesto, argumenta que todo se hizo con la autorización de Villena, pero la utilización que se hizo en la central de espías desnuda el verdadero objetivo de toda la estructura.

Por otra parte, el abogado Daniel Llermanos, también denunció a principios de 2019 que el Servicio Penitenciario armó una celda, ya cableada, en la que alojarían a Pablo Moyano. El letrado hasta presentó fotos de esa celda en el penal de Melchor Romero.

Se rumorea que ese trabajo de poner cámaras y micrófonos también lo hicieron los policías de la Ciudad que seguían a la gestión de Macri, pero no hay registros que permitan verificarlo.

¿Para qué usaban las escuchas ilegales?

Con ese contexto, los audios y archivos obtenidos por las escuchas ilegales en las celdas de Ezeiza, fueron utilizados afines del aprovechamiento y beneficio de los armados políticos del periodo 2015-2019.

En primer lugar, la mesa judicial sacó elementos de los diálogos de los detenidos con los abogados para contrarrestar la estrategia de los imputados. Es decir que sabían de antemano qué escritos iba a presentar la defensa.

Se enteraban también de cómo estaban de ánimo de los detenidos, la situación de sus relaciones con sus parejas y socios. Tenían toda clase de información sobre sus vidas privadas, las cuales también utilizarían para vulnerarlos.

En algunos casos usaron las escuchas en forma de denuncias anónimas, para después armar causas. Un ejemplo es el expediente conocido como Puf Puf, que arrancó con dos anónimos presentados, uno por el fiscal Carlos Stornelli y el otro por Elisa Carrió. Pretendieron instalar que la causa que se inició con las extorsiones de Marcelo D'Alessio fue urdida en la cárcel de Ezeiza.

Finalmente, entregaron algunas grabaciones a los medios amigos para que difundieran, por ejemplo, diálogos de Lázaro Báez con su pareja o su abogado.

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#Mauricio Macri#espionaje ilegal
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