Presas mapuches cuestionaron el rol del Estado: “Tienen que reconocernos” 

La jueza federal subrogante de Bariloche, Silvina Domínguez, emitió el 4 de octubre del 2022 cuatro disposiciones que otorgó la prisión domiciliaria a cuatro mujeres mapuches, integrantes de la lof Lafken Winkul Mapu, que habían sido detenidas en el operativo de desalojo en Villa Mascardi.

Esta morigeración de las condiciones de detención fue planteada por la Defensoría de Menores y beneficia a machi (líder espiritual) Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas (quien estaba embarazada), María Celeste Ardaiz y Martha Jaramillo. Todas tienen hijos menores de 4 años a su cargo y pasan la prisión en una vivienda del barrio Lomas de Villaverde, en la zona este de Bariloche, con guardadores designados oficialmente.

Ante esto, en diálogo con Sembrando Derechos, por Radio La Plata (FM 90.9), habló Romina Rosas, una de las detenidas y contó cómo la están pasando con sus hijos y sus compañeros: “Con mucha amargura y desánimo, esta situación no se tolera más y siempre con el cariño de la mapu, del territorio. Duele mucho como madre estar con las demás luchando para resistir por y con nuestros hijos”. 

Vale recordar que Rojas, quien fue detenida con un embarazo avanzado, pudo dar a luz por parto natural en el hospital zonal Ramón Carrillo de Bariloche el año pasado.

Ante eso, referentes de comunidades mapuches y organismos de derechos humanos cuestionaron la medida de la jueza de mantener en calidad de detenida a la mujer embarazada y reprocharon la falta de autonomía que tuvo para decidir cómo transitar las últimas semanas de su embarazo.

Por otro lado, Rosas opinó de la reunión que mantuvo el gobierno nacional con representantes mapuches, donde se firmó un acuerdo para que la comunidad pueda recuperar tierras.

“Es muy cruel, cada punto tiene su contrapunto, su cosa negativa para nosotros, porque si el Estado no reconoció el genocidio, tampoco en este conflicto se hace el responsable”, cuestionó. 

A la vez que, agregó: “En vez de habernos reprimido, secuestrado, desaparecidos sin dejarnos hablar con los abogados, de recibir ropa para los bebés, y yo que estaba con la panza, por qué nos violentan a nosotros, somos un pueblo preexistente de este Estado y del chileno”. 

“El estado tiene que dejar de reprimir al pueblo mapuche, tomar cartas en el asunto y reconocernos”, cerró.