La obsolesencia de JXC le da una vida más a Massa

El triunfo de Javier Milei, sorpresivo, en parte, por lo abultado que fue, viene ocupando todas las tapas y crónicas desde el domingo, dándole poco lugar a otras cuestiones como lo fueron las malas elecciones de los otros dos candidatos que lograron obtener el piso para las generales, como Sergio Massa y Patricia Bullrich.

De esto habló Rubén Weinsteiner en su columna semanal de todos los miércoles en Código Baires. El consultor en comunicación política opinó que "más allá de los mas de 30 puntos de Milei; la muy mala elección de Massa y Juntos por el Cambio (JxC), y la devaluación que le quita chances al gobierno por la disparada de la inflación; la gran perdedora fue Patricia Bullrich". 

Esto lo desarrolló explicando que "la union del PRO con la Unión Cívica Radical (UCR), fue un poco impuesta por el poder real con la misión de frenar al kirchnerismo", y que hoy apareció alguien con mas votos para hacerlo, como Milei, por eso, habló de la "obsolesencia" de JxC.

"La función original de JxC se perdió. Hoy hay una fuerza que le hace partido al kirchnerismo y mucho más eficientemente, por eso los grandes perdedores son los de Juntos, porque se quedaron sin misión" afirmó Weinsteiner, y agregó que, entonces, ahora "la pelea es con Massa para entrar a un balotaje con Milei".

Por otro lado, puso en duda un repliegue de votos en las arcas de La Libertad Avanza, ya que se preguntó "¿Hasta donde puede bajar un candidato ganador, que ocupa una centralidad excluyente y absoluta frente a un gobierno debilitado por la inflación y devaluación y con una Patricia Bullrich que no sabe que decir?".

Respecto a esto último, agregó que "si Bullrich se va al centro, pierde su escencia; y si se muestra extrema, no llega a competir con Milei porque él, en eso, gana", y que "por eso no sabe qué hacer, es muy difícil".

La tarea de Massa

El analista comparó la estrategia que debe encarar el candidato Sergio Massa, con la implementada por Jacques René Chirac, presidente de Francia, en el balotaje de 2002 ante el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, intentando captar todos los votos que no se autoperciban de extrema derecha.

"Lo que tiene que aspirar Massa es salir segundo para entrar al balotaje, y ahí aspirar a lo que pasó en Francia en 2002: Conseguir que lo vote hasta la ultraizquierda porque lo otro era 'el fin de la República'", opinó Weinsteiner.

El consultor en comunicación política sostuvo que esto "es lo único que le queda, porque en un escenario entre Massa y Milei, casi todo Juntos por el Cambio, o por lo menos el 70%, va a votar a Milei, y quizas el otro 30% a Massa, sobre todo la parte más progresista de JxC".