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Desde la UNLP afirmaron que el negacionismo de Villarruel "requiere respuestas contundentes"

La abogada y directora de Políticas de Memoria de la UNLP, Guadalupe Godoy, reflexionó sobre la importancia de reconstruir las identidades de las víctimas de la última dictadura militar ante la avanzada pro-militar de la candidata Victoria Villarruel.

Andrea Lazaro
09/11/2023
Desde la UNLP afirmaron que el negacionismo de Villarruel ”requiere respuestas contundentes”

En medio del resurgimiento de discursos políticos que reinvindican la última dictadura cívico militar, autoridades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y del Colegio Nacional Rafael Hernández de la capital provincial entregaron legajos reparados de 100 estudiantes y docentes víctimas de terrorismo de Estado, con el fin de reconstruir y recordar esas identidades y para defender los valores recuperados en 1983. 

El encuentro se llevó este miércoles en en el Patio de la Democracia de esa institución perteneciente a la UNLP y recibieron los legajos los familiares y amigos de estas víctimas del proceso. El programa Después del Mediodía, por Radio La Plata 90.9 FM, dialogó con Guadalupe Godoy, directora de Políticas de Memoria y Reparación de la Secretaría de Derechos Humanos de la UNLP, quien contó detalles de la actividad y destacó su relevancia en momentos donde una de las fuerzas que disputará la presidencia en el balotaje del 19 de noviembre, personificada en la candidata Victoria Villarruel, no solo niega las torturas y asesinatos del llamado 'proceso de reorganización nacional' sino que los reinvindica.

“Lo que realizamos fue la entrega de legajos reparados de 100 estudiantes y docentes del Colegio Nacional, desaparecidos por la última dictadura militar, para construir la memoria institucional. Estos actos son muy emocionantes, no solo por la convocatoria a familiares, sino porque se ponen en juego las construcciones de memoria colectiva sobre lo sucedido. Están los amigos, los compañeros de militancia, los y las compañeras de las propias instituciones educativas”, comenzó contando la abogada.

Al tiempo que explicó que este trabajo de reparación surgió de “un decreto nacional del año 2012, que tenía como fin dejar constancia en los legajos de los trabajadores estatales que habían dejado su cargo por haber sido secuestrados y desaparecidos, ya que en esos documentos figuraban que habían abandono el cargo. Por eso, la reparación tiene que ver con corregir ese dato y decir que el verdadero motivo de la desvinculación laboral es el secuestro, es decir que fueron víctimas del terrorismo de Estado”. 

Asimismo, Godoy destacó que el haber comenzado con esta tarea de memoria permitió ampliar “la mirada y entender que lo sucedido fue un genocidio, donde la víctima fue toda una sociedad que se vio transformada. Además, de tomar dimensión de lo que sucedió en las universidades nacionales durante la dictadura, y en la UNLP en particular, que fue intervenida por la Marina. Aquí se reformaron los planes de estudio, se cerraron carreras, se puso un arancel y, se secuestraron y asesinaron a 800 personas”. 

Respecto al avance del trabajo, la militante de derechos humanos afirmó: “Todavía queda la la reparación de legajos y entrega en las facultades de Derecho, Ciencias Exactas, Odontología y el Bachillerato de Bellas Artes, porque si bien avanzamos sobre un hecho puntual que fueron los secuestros de lo que se llama ‘la noche de los lápices’, nos falta todo el resto”. Y continuó: “Este año hemos logrado hacerlo en las facultades de Ciencias Naturales, Ciencias agrarias, Veterinarias, un tramo del Liceo Víctor Mercante y ahora finalizamos con el Nacional”.

Acto seguido, Godoy se refirió a la reivindicación pública de los crímenes de Estado del llamado ‘proceso de reorganización nacional’ por parte de Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Javier Milei. “Lo que plantea es muy impactante, por eso la importancia de construir colectivamente memorias que son sociales. En los actos de entrega de legajos, cada persona que pasa a recibir un legajo dice y expresa lo que desea, y en general hacen un reclamo muy fuerte y una apelación a seguir construyendo la democracia, una democracia imperfecta, con problemas, con carencias, pero también con derechos”, dijo. 

“Tenemos mucha preocupación en torno a lo que está sucediendo. Ese negacionismo explícito requiere respuestas contundentes. Por eso es importante la reparación institucional. Lo que le pasó a la UNLP, que fue uno de los blancos del ataque de la dictadura, nos sigue atravesando el día de hoy”, remarcó. 

“Hoy vemos algunas discusiones que vuelven a atraer estos sectores políticos y son exactamente las mismas: si los extranjeros tienen derecho a estudiar o no, si la salud tiene que ser solo para los que nacimos acá. Estas cosas racistas, xenófobas, que nos llevan todo el tiempo a retrotraernos y tener la conciencia de que cuando hablamos de memoria en realidad hablamos de disputas del presente”, sumó.

Por último, Godoy, quien fue abogada en los juicios por crímenes de lesa humanidad  y en la causa por la desaparición en democracia de Jorge Julio López, subrayó la relevancia de reconstruirlas las biografías de estos estudiantes y trabajadores desaparecidos para desmentir la demonización que de ellos hacen los sectores de la derecha que Villarruel representa. 

“Nos propusimos dar cuenta de las biografías, de los recorridos de militancias, para reivindicar las víctimas del terrorismo de Estado. Fueron los trabajadores, el movimiento estudiantil y el campo popular. Los legajos devuelven un registro de gente muy real. Porque en estos discursos demonizadores, los desaparecidos pasaron a ser llamados con los motes que ponía la dictadura: delincuentes, subversivos, extremistas y terroristas. Ponerles el cuerpo, la carne, el relato de sus vidas, también es parte de discutir contra esto tan oscuro que ha aparecido con tanta fuerza en este tiempo”, concluyó. 

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