Según un informe de la UCA, la pobreza alcanzó el 44,7%

El Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio a conocer su informe anual, en el que reveló que el país tiene un 44,7% de pobreza y un 9,6% de indigencia. Es decir que en la actualidad, casi 20 millones de personas no cumplen con las necesidades básicas de salarios, salud, educación y alimentación; la cifra más alta registrada desde el 2006.

Juan Ignacio Bonfiglio, investigador y miembro del ODSA, dialogó con el programa Después del mediodía, por Radio La Plata 90.9 FM, donde, además de detallar la metodología del estudio, advirtió que los nuevos pobres pertenecen a familias de clase media baja y que más del 20% de los hogares  sufren de inseguridad alimentaria.

“De acuerdo a nuestro relevamiento, tenemos una situación muy grave en términos del alcance de la pobreza; tanto números absolutos, relativos y en tendencia, porque venimos en un proceso donde los niveles de pobreza tienden a incrementarse desde el año 2018. Y, además, hasta el momento, no hay perspectivas en el corto plazo de que la situación vaya a mejorar”, explicó Bonfiglio.

Asimismo, en relación a la metodología de trabajo empleada por el ODSA, el especialista en Condiciones de Vida, Hábitat y Estratificación, dijo: “El estudio está enmarcado en un proyecto que inició antes del año 2010. Se realiza un relevamiento anual, con forma de encuesta multipropósito, en distintas partes del país que tienen representatividad nacional. A partir de esa herramienta se recaba información de distintas dimensiones, como la salud, la educación, la infancia, los adultos mayores, la vivienda, y con esto se construye un insumo que sirve para elaborar toda una serie de informes”.

En este sentido, subrayó que una de las características del proceso de empobrecimiento que vive el país es “el achicamiento de las brechas” entre los sectores con mejor y peor calidad de vida.

“En los últimos años la brecha se acortó, pero no porque mejoró la situación”, expresó Bonfiglio, y reiteró: “La mejora en los indicadores de desigualdad se basó, no en que cambió la realidad de los que están peor, sino en que existió un deterioro relativo muy importante en los sectores medios y medios bajos”.

“En los últimos dos o tres años, la clase media baja, en gran medida, explica en términos de su caída, el crecimiento de la pobreza. Los nuevos pobres de los últimos años tienden a ser personas que pertenecen a hogares de clase media baja”, sumó. 

Consultado sobre uno de los datos más preocupantes del informe, aquel que arroja que el 35.7% de la población no tiene acceso al trabajo y a la seguridad social, y su diferencia en relación a la información del INDEC, el investigador comentó: “Nuestra forma de medir y la del INDEC es diferente. Cuando ellos publican los informes sobre los principales indicadores del mercado de trabajo, refieren a datos sobre desocupación, empleo y actividad. Pero cuando nosotros medimos el acceso al empleo y a la seguridad social, estamos midiendo el acceso al empleo registrado”. 

“La falta de acceso al empleo registrado y la seguridad social es para el Observatorio identificar hogares que no tienen ningún ingreso por empleo registrado, ni por jubilaciones o pensiones contributivas. Eso implica que no tienen acceso al sistema de seguridad social contributivo que, históricamente, es el principal componente de la seguridad social en la sociedad argentina, porque a la protección social se accede a partir del empleo”, remarcó. 

“Cuando en un hogar no hay ningún empleo registrado, en ese hogar no hay cobertura de salud, ni obra social, ya que difícilmente haya una privada, y tampoco están garantizados una serie de derechos que están asociados a ese sistema contributivo”, apuntó. 

 Por último, Bonfiglio se refirió al índice de inseguridad alimentaria, que según el informe alcanza a más del 20% de los hogares. “Hay dos medidas de inseguridad alimentaria total: la severa y la moderada.La inseguridad alimentaria total se produce cuando un hogar debió dejar de consumir ciertos alimentos, tuvo que reducir las porciones, saltear comidas Esto se da de manera más o menos frecuente. Cuando hablamos de haber pasado hambre por motivos económicos nos referimos a la inseguridad severa”, afirmó. 

“La medida de inseguridad alimentaria total, que incluye situaciones severas y moderadas, se acerca al 20%. Si vemos su evolución desde 2004 tenemos una mejora muy importante en los primeros años, un amesetamiento, y en 2017 - 2018 un incremento importante hasta hoy”, cerró.

Qué dice el informe

Cabe destacar que el informe "Argentina siglo XXI: deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Perspectivas y desafíos" fue publicado por la UCA este martes. El estudio releva datos del segundo semestre de 2023, muy contundentes, respecto al panorama social y económico de la población de los aglomerados urbanos de 5.760 hogares en la Argentina.

Según estos, al día de hoy, el 44,7% de la población está en la pobreza y no logra cubrir la Canasta Básica Total (CBT) de bienes y servicios, lo que representa a unos 18.700.000 personas aproximadamente. Asimismo, agrega que hubo un leve avance respecto a 2022, cuando ese guarismo dio 43,1% (1,6%+).

Respecto a la indigencia, el número también registró un leve aumento, ya que este año arrojó un 9,6%, es decir, 4.000.000 de argentinos no logran cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA). En 2022, esta cifra fue del 8,1% (1,5%).

Pero en tiempos donde Javier Milei promete ajuste y pareciera se avecina una desaceleración en la producción, la ayuda social toma un valor especial. Es que si no fueran por los planes y programas que ofrece el Estado, de acuerdo a los números del ODSA de 2023, la tasa de indigencia treparía del 9,6% observado al 20,1%.