"Aulas burbuja" y tapabocas: ¿Cómo sería la vuelta a clases?
Frente a las especulaciones por el regreso presencial a las clases, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, presentó un protocolo que apunta a que en agosto, en los distritos sin circulación viral, vuelvan las clases; más allá que la decisión final la tienen los gobernadores.
En ese sentido, el Ministerio articuló con un equipo interdisciplinario dirigido por el científico y director del INET Diego Golombek, que incluyen expertos de las áreas de salud, transporte, la arquitectura escolar e incluso especialistas en optimización combinatoria (para que todas las variables puedan llevarse a cabo en forma conjunta) un protocolo y una serie de recomendaciones.
Recordemos que los profesionales esperan que el documento quede aprobado “la semana que viene o la siguiente” por el Consejo Federal de Educación y el Consejo Interuniversitario Nacional, y que presentó este miércoles.
El protocolo que esperan que quede aprobado “la semana que viene o la siguiente” por el Consejo Federal de Educación y el Consejo Interuniversitario Nacional, y que presentó este miércoles, está dividido en dos partes:
En primer lugar, apunta a la preparación de los establecimientos, pero también de docentes y no docentes, alumnos y familias para el regreso a las aulas. Y en segunda instancia, a las escuelas funcionando en esa “nueva normalidad”, las formas de mantener aseguradas las normas de higiene y protección para evitar contagios y extremar las medidas de cuidado.
Para eso, el documento presenta una serie de pasos:
Capacitar a todo el personal docente y no docente, así como preparar a las familias a través de una campaña en las cuestiones sanitarias básicas relacionadas con COVID-19 y la reapertura de las aulas;
Articular a las escuelas con el sistema local de atención de salud;
Desarrollar un plan de mantenimiento preventivo de las instalaciones;
Asegurarse de contar con los insumos necesarios (elementos, materiales, equipamiento, mobiliario) según protocolo vigente;
Debe asegurarse el acceso a agua potable, jabón, toallas de papel descartables y cestos de basura;
Se debe garantizar provisión de alcohol en gel, o alcohol 70°, en todas las instalaciones;
Adecuar las aulas y espacios comunes para lograr el distanciamiento físico necesario;
Determinar la cantidad y disposición de estudiantes y la alternancia horaria y diaria para la asistencia; Colocar la señalética adecuada.
¿Y en el ingreso a las instituciones escolares?
Establecer protocolos de ingreso y egreso de los establecimientos;
Diseñar protocolos de uso de transporte público y escolar escalonado y que aseguren las condiciones sanitarias básicas para el traslado;
Mantener en todo momento el distanciamiento social de 2 metros; en recintos con los alumnos sentados -con tapabocas- será de 1,5 metros para nivel primario en adelante;
Cumplir con los protocolos sanitarios ante la confirmación de un caso o de un contacto estrecho con caso confirmado de cualquier persona que haya estado en el establecimiento educativo;
Desarrollar estrategias para que quienes no puedan asistir a la escuela en las instancias presenciales puedan continuarlas en condiciones de mayor equidad posible de manera virtual;
Será obligatorio el uso correcto de un tapabocas casero que cubra boca, nariz y mentón;
Determinar acciones para el personal y estudiantes en condiciones de riesgo, que no puedan asistir a las instituciones, garantizando el derecho al trabajo y a la educación;
No se realizarán eventos o reuniones dentro de los establecimientos; Mantener ventilación natural en todas las instalaciones;
Realizar limpieza y desinfección constantes, especialmente en zonas de mayor contacto y circulación, y con cada cambio de turno;
Si se detecta un caso confirmado o sospechoso se suspenderán las clases por un día para realizar desinfección exhaustiva.