Punto final para los programas de fomento al consumo Precios Justos y Ahora 12

En medio de la escalada inflacionaria, el equipo económico del presidente electo, Javier Milei, adelantó el fin de los programas de financiamiento al consumo Precios Justos y Ahora 12. El primero caerá el domingo próximo, día en que inicie el gobierno del libertario; el segundo, el 31 de enero, fecha en que debería ser renovado. 

Es por ello que el próximo lunes, con la nueva administración en el poder y la fuerte devaluación del peso oficial anticipada por el líder de La Libertad Avanza, las empresas de alimentos y bebidas preparan aumentos del 40% promedio e incluso no esconden que en algunos productos los incrementos lleguen al 100%. 

Concretamente, las grandes cadenas de supermercados, quienes sí estaban alcanzadas por el programa, esperan que sus precios suban entre 15% y 25% para igualar a los de los chinos y almacenes, y un adicional de 15% a 20% por el impacto del aumento del dólar; poniendo punto final a los planes de cortes cárnicos más baratos y a las ofertas en frutas y verduras que había establecido el ministro saliente Sergio Massa.  

En relación al programa Ahora 12, hasta el momento no se emitió una comunicación oficial a los bancos, pero el equipo que el entrante ministro de Economía, Luis Caputo, está armando para la Secretaría de Comercio e Industria, que lideraría Pablo Lavigne, ya adelantó que terminará a fines del primer mes del año 2024, por lo que los consumidores podrían usar los planes de 3, 6, 12, 18 y 24 cuotas para las Fiestas.

Actualmente, el programa creado hace 10 años opera mediante un esquema en el cual el Banco Central perdona parte del encaje a los bancos por cada préstamo otorgado. En este contexto, si bien las entidades financieras se mostraron a favor su finalización algunos sectores expresaron su preocupación por esta medida. Es que, según advirtieron, pese a que actualmente el plan tiene tasas de mercado altas, sería necesario mantener algún financiamiento para evitar su impacto en el consumo.

Uno de los ámbitos donde existe mayor malestar es el de la indumentaria, donde afirmaron que es necesario mantener algún plan de financiación "porque, de lo contrario, sería cambiar la metodología de compra de los últimos diez años. El efecto sería catastrófico. Pueden querer bajar el consumo, pero distinto es paralizar el retail".

"Si eso pasa, seguramente restrinjamos las 6 cuotas y nos quedemos sólo con 3, que tiene un interés más razonable", dijeron en una importante marca de ropa, al tiempo que agregaron que "el público aprovecha las cuotas cuando se las ofrecés sin interés" y no de otra forma.