Martilleros aseguran que el gobierno es una "máquina de destruir"

Los alquileres a nivel nacional, dentro de lo que es la crisis inflacionaria, representan una de las mayores problemáticas del día a día de la clase media. La derogación por parte del gobierno, una de las primeras medidas que tomó Javier Milei al asumir, favoreció aún más la balanza hacia el lado del propietario, reinando la incertidumbre entre los inquilinos cuyos contratos aumentan, a veces, más del 100% en pocos meses.

Para eso, Código Baires (fm 90.9), dialogó con Aníbal Fortuna, presidente del Colegio de Martilleros del Departamento Judicial de La Plata, quien se mostró preocupado por la falta de compromiso de parte del gobierno a brindar una solución, así como de las dificultades que presenta llegar a un acuerdo igualitario entre inquilinos y propietarios.

"Estamos pasando un momento de sosobra bastante importante porque no hay ninguna ley que lo regule hoy (al mercado inmobiliario)", remarcó Fortuna, que agregó que "se ha establecido un parametro de alquileres que no tiene ningún parangón".

En ese sentido, sumado a la inflación y la incertidumbre económica, el presidente del Colegio de Martilleros consideró que "la gente no puede hacerle frente a un alquiler si no hay un consenso dentro la voluntad de las partes", y que "antes de la Ley 27551, sabíamos cuanto empezabamos a pagar y en cuánto terminaba el contrato porque estaba ajustado al salario. Hoy no".

"Es muy difícil negociar cuando el propietario tiene un inmueble de un valor que, si no le representa un porcentaje redituable, lo retira del mercado", agregó Fortuna, como una problemática más dentro de la problemática misma.

Además, mostró su preocupación por los tiempos que lleva la negociación, quedando los inquilinos en el medio, resaltando que, ante una marcada auserncia de la política nacional que no han podido modificar la ley bases, "puede tardar muchos meses hacerlo, mientras tanto, ¿qué se hace con los inquilinos?".

No obstante, consideró que estas cuestiones favorecieron a la migración hacia otros lugares periféricos, como pueden ser Berisso o Ensenada, y que, en ese caso, "el tren universitario vino a favorecer algunas zonas para que se desarrollen alquileres en barrios". Además, aseguró que hay una migración hacia La Plata y zona sur de gente que alquilaba en capital, donde el problema es aún mayor.

Por último, debido a que consideró que el gobierno nacional "es una máquina de destruír", y que "no tiene idea cuál es la salida para el problema habitacional", mencionó que algunas municipalidades, ahora muy preocupadas porque no tienen coparticipación, alquilan casas en las ciudades para darle albergue a estudiantes de sus localidades que, si no, no podrían estudiar.