En medio del desfinanciamiento a la educación pública, el Gobierno oficializó los vouchers para colegios privados

La implementación de un nuevo mecanismo de "asistencia" para la clase media, destinado a cubrir las cuotas escolares de los colegios privados, fue oficializado con la firma de Sandra Pettovello, siguiendo lo adelantado por Javier Milei. Este programa, denominado "vouchers educativos", se puso en marcha ante el notable aumento de las tarifas escolares, resultado de la desregulación promovida por el propio Milei.

Según expresó el Ejecutivo a través de la Resolución 61/2024, la intención es "subvencionar la demanda y no la oferta" para evitar que los estudiantes se vean obligados a cambiar de institución debido a los incrementos en las cuotas.

"Es necesario asistir a familias cuyos hijos concurren a instituciones de educación privada que reciben aporte estatal, con la finalidad de garantizar la permanencia de los alumnos en dichas instituciones", afirmó el oficialismo, responsabilizando a la gestión anterior por la situación actual. Los "vouchers educativos" constituyen un subsidio temporal directo para las familias que envían a sus hijos a escuelas privadas con al menos un 75 por ciento de financiamiento estatal, siempre que el ingreso familiar no exceda los siete salarios mínimos vitales y móviles.

El documento especifica que este subsidio estatal cubrirá el 50 por ciento del valor de la cuota programática de jornada simple de cada nivel educativo. Sin embargo, a pesar del anuncio en pro de la "igualdad educativa", existen dudas sobre la viabilidad y eficacia de estos subsidios, así como sobre los procedimientos para acceder a ellos.

Por otro lado, en los primeros 100 días de su gestión, el Gobierno de Javier Milei tomó decisiones que apuntan a desfinanciar la educación pública en todos sus niveles. Esto incluye renunciar a la paritaria nacional docente, clausurar el Fonid, no aportar recursos al SAE, diluir el Fondo Educativo y ofrecer un escaso aumento salarial a los docentes universitarios. Además, se ha repetido el presupuesto nacional de las universidades de 2023, a pesar de la superdevaluación que ha aumentado el tipo de cambio en un 118 por ciento, y se han cerrado cinco universidades por decreto.

Como lo expresó el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, estas acciones representan la mayor desinversión educativa en la historia argentina. La palabra "desinversión" se aplica porque, según la Ley Nacional de Educación y la Ley de Financiamiento Educativo, que establecen una inversión del 6,3 por ciento del PBI anualmente, los presupuestos deberían incrementarse para sostener el sistema educativo nacional.

Sin embargo, la respuesta del Gobierno parece ir en dirección opuesta, como confirmó el Consejo Interuniversitario Nacional a través de las palabras del secretario de Educación, Carlos Torrendell, quien reconoció que el objetivo no es crear universidades, sino cerrar algunas de las existentes.